Paco Santiago estaba asombrado del clamor que apreció este lunes en Telde. No tanto reclamando su regreso cual McArthur, sino quejándose la gente del desastre que -dijo- reina en la ciudad desde que gobierna el pacto entre el PP y Ciuca. Como ha quedado dicho, el ex alcalde de Ican no confirmó su candidatura a 2007, entre otras cosas porque todavía sería un atrevimiento. Sí fue bastante sincero al reconocer que los 1.000 militantes que Ican tenía “apuntados” se han quedado en 350 una vez Nueva Canarias mandó una cartita a cada uno pidiéndoles que se retrataran. Lo mismo que hizo Zapatero cuando llegó a Ferraz. Sabemos de agrupaciones locales como algunas de Canarias que se quedaron haciendo las asambleas en una cabina de teléfono.