Quizá fuera que Gonzalo Angulo resultó iluminado por un rayo divino que le sobrevino durante los últimos coletazos de una moda, la de poner pista de atletismo a los estadios de fútbol. En Anoeta, el de la Real Sociedad de San Sebastián, están tirándose de los pelos al escuchar que a la UEFA que no le gusta mucho la idea de celebrar allí una final de esa competición precisamente por la existencia de la pista de atletismo. En Munich, por poner otro ejemplo del entorno, se construye en estos momentos un nuevo campo que compartirán (anda, se pueden compartir los terrenos de juego) el Bayern Munich y el Munich 1860. El nuevo estadio, que dejará en el recuerdo al Olímpico de Munich, con pista de atletismo, optará a ser sede de la Copa del Mundo de 2006. Y nosotros, mientras, endeudados hasta las cejas con un estadio que costó casi cinco veces más de lo presupuestado, que no funciona, que en enero será una nevera... por la perreta de un iluminado al que, como premio, lo hacemos viceconsejero de Pesca. Pobres atunes.