A estas alturas de curso, y menos en los juzgados, nadie ignora en qué consistió el maquillaje contable de Magnifica Trading Corporation, como muy acertadamente recordó este miércoles en La Provincia nuestro compañero Patricio Viñayo. Esas martingalas contables, de las que se habló mucho en su día, tienen a más de uno (y de dos) de los nervios. Haya paz, pero que la haya especialmente para la afición, a la que la intervención concursal permitirá conocer aspectos más o menos siniestros y, sobre todo, un escrupuloso respeto por la legalidad. La participación del juzgado y de la multinacional Pricewater-House Coopers como una de las tres partes de la Administración Concursal garantizarán todo el proceso. Y si alguien conoce disparates, que sea a estos administradores a quien los comunique, para su conveniente investigación.