Dicen en Nueva Canarias que fue el PSOE el que puso más trabas para una confluencia electoral con los nacionalistas de Román cara a 2011. Y es cierto. Desde que se firmó el pacto del Cabildo hubo muchas reticencias del viejo aparato y de una parte de la nueva fontanería a asumir más paracaidistas sin pedigrí. Que corra el aire un tiempo, a ver cómo se comportan, fue la consigna, y el comportamiento no ha dejado lugar a dudas: ante la primera oportunidad, pacto con el PP. En el PSOE y en un amplio sector de NC temen que Román Rodríguez se esté gobernando solo y metiendo al partido en alambicados berenjenales muy al estilo de José Carlos Mauricio, un hueco que hasta ahora ha quedado vacío y que es lógico que alguien quiera ocupar para mejor proveer. La parte más decente de NC, localizada en el sureste, mira todo esto con mucha suspicacia y aplica la medicina que siempre les ha sanado los sarampiones: tiempo al tiempo.