Por mucho que se viniera venir, ha sido muy llamativo el recurso interpuesto por el Colegio de Arquitectos contra el concurso del istmo de Santa Catalina, ése que se han sacado de la manga entre Soria, Luzardo y Arnáiz (éste último por divinas órdenes supremas, el pobre) para hacer una operación en esa zona sin encomendarse ni siquiera a las buenas costumbres. Por lo que dicen los abogados de los arquitectos, la cosa tiene mucha tela, y así se lo han hecho saber también los letrados del consejo superior de colegios de arquitectos de España, que cuando se enteraron de las andanzas del trío que ha montado lo del istmo llegaron a pensar que lo de las colonias era todavía cosa cierta. El caso es que los arquitectos canarios han presentado recurso y, de momento, con la intención de que se paralicen las actuaciones no vaya a ser que el famoso trío siga encharcándandola y luego sea tarde para reponer las cosas al estado anterior a la chapuza. Pero vienen más curvas.