Ante las flagrantes contradicciones apreciadas este viernes entre los que decían que la postura socialista “siempre ha sido la de oponernos a la radio autonómica” y los que aseguraban que las órdenes dadas por Juan Carlos Alemán eran que había que apoyarla el consejo de administración del ente público Radiotelevisión canaria, vamos a quedarnos con lo obvio. Y lo obvio es que empieza a faltar en el socialismo canario (o empieza a ser un drama) una dirección única, respetada, auténtica, coherente, unánime (si pudiera ser) y seria que evite estos tumbos. Alemán gastó media batería de su teléfono móvil en decir a los periodistas que no eran cosas suyas, que lo que hizo el consejero socialista Manuel González el miércoles (abstenerse y tratar de favorecer las posturas radiofónicas de ATI) fue “un problema de coordinación”, mientras otros aseguran que respondía a las instrucciones concretas de Roberto Moreno, secretario de Comunicación de la Ejecutiva Regional. Y de todo el mundo es sabido que Moreno no toma una decisión sin consultarla antes con el secretario general. Alguien debe estar mintiendo porque lo contrario sería regalarle a Moreno por Reyes un sonotone de alta fidelidad. Con lo buen muchacho que es, qué necesidad tendrá de estos disgustos.