La cosa se complica para las finanzas de cualquier familia de vacaciones si al trayecto de los papás de ida y vuelta a Salzburgo en dos días hay que sumar la ida y vuelta de ambos y del hijo mayor a Noruega al día siguiente. Siempre según tarifas oficiales de Iberia de agosto de 2009, en Bussines Class, sólo en billetes habría que invertir 7.069,80 euros, cantidad insuficiente para cubrir el trayecto entre Oslo, la capital, y el mejor lugar del país para la pesca del salmón, Trondheim, a donde fueron los Soria con Lyng. De hacerse por carretera ese salto, habría que invertir siete horas y dieciocho minutos por la Tres y un poco más por la E6. Lyng los llevó con su jet directamente al pueblo norteño. Para colmo, el viaje en avión privado ahorró a los viajeros accidentales el trayecto Gran Canaria-Londres, de obligado cumplimiento en vuelo regular. Otra paliza para alguien que asegura ante la juez que no le interesa la pesca del salmón. Y que viajó sin querer, oiga.