Nunca hemos dudado de la eficacia casi divina de Lorenzo Olarte cuando se propone alguna empresa, logro, cima, objetivo o meta. Ahora, como saben, es el agregado comercial de Canarias para tratos presentes o futuros con ese enorme gigante amarillo que es la China. Para allá ha ido el ex presidente alguna que otra vez y ya empiezan a fructificar sus gestiones, especialmente las que tienen que ver con una de sus pasiones, la colombofilia, o el arte de acopiar palomas, anillarlas, cuidarlas, soltarlas, recogerlas y mezclarlas, y no necesariamente por ese orden. Un arte que tiene en oriente no sólo una gran afición, sino una tradición milenaria. Ya les contaremos, que la cosa tiene mucha pluma.