Antonio Castro y Tomás Padrón han vuelto a hacer piña, y ya se sabe que El Hierro las produce buenas y en abundancia. Sus seis diputados (cuatro más dos) son absolutamente imprescindibles en cualquier fórmula de gobernabilidad que se aplique, tanto si es con ATI y el PP como si hay que dar el apoyo al candidato socialista a la Presidencia, Juan Fernando López Aguilar. Por eso, y en aplicación de la muy oriental filosofía de economía en el lenguaje, se han ahorrado el trabajo de hacer una oferta distinta a cada una de las partes: les basta con la presidencia del Parlamento y tres consejerías, a discutir llegado el momento procesal oportuno. Una cosa sí tienen clara, les ofendería muchísimo ver a Pelopincho, también conocido como José Miguel González, de presidente de la Cámara. Les acompañamos en ese sentimiento, que nos embarga de modo terrible ante la presencia de tamaño tramposo.