Si Don José utilizó hace semanas el término “caguetas” y remitió al diccionario a quien le criticara por tanta falta de romanticismo, ignoramos qué hará esta semana con la palabra “clorocos”. No la hemos encontrado en el diccionario, pero él la utiliza sin recato para referirse a los humildes de don Paulino, al que sitúa como superhombre cualificado para dirigir la lucha en pos de la soberanía de Canarias. Con el escudo de la isla de Tenerife sustituyendo los emblemas de Castilla en la enseña regional, por supuesto. Paulino sí, pero “con los clorocos sobre la mesa”, dice el editorial de este domingo. Muchos clorocos y otras partes del organismo habrá de poner en funcionamiento el presidente para acometer el último encargo del editorial de este domingo, consistente en arrebatar al pérfido “canarión recalcitrante” (...) “de poca altura periodística” el control de la televisión pública canaria que dice que ostenta tras el último concurso del ente público. Don José era socio, recuerda en su editorial, pero lo vio venir. Bonito reto de otoño para el señor Rivero.