Mal asunto que la oposición en el Cabildo de Gran Canaria ande tan distraída mientras ocurren cosas grandiosas. Conocerán por nosotros lo que viene pasando en la Mesa de Contratación, donde se ejerce de manera clara y contundente el modo de operar que una parte del PP tiene clara: se asume el coste político y se hace lo que da la gana. Es en la Mesa de Contratación donde Coalición Canaria sigue sin estar a la altura de las circunstancias, con un Rafael Pedrero todavía contagiado por el jet lag de estar tanto tiempo sentado en un coche oficial sin percatarse de que el mundo de los mortales es el que es. Votó a favor de la cacicada de otorgar un concurso by the face al yerno del concejal del PP José Jiménez, y al percatarse de que no tiene excusa para tan estrambótica acción, ha decidido acusar a la consejera socialista Paquita Luengo de estar favoreciendo a un particular ajeno a la Corporación. No hay que irse tan lejos, amigo Pedrero, para ver a quién se favorece con su ayuda.