Éste es uno de esos días en que se nos hace muy cuesta arriba cumplir con nuestra obligación solemne de manifestar por delante nuestro máximo respeto por la Justicia. Pero lo hacemos en la convicción de que esa Justicia, con mayúsculas, es cosa distinta a la sentencia con que nos obsequió la juez suplente doña María de las Mercedes González Jiménez, a la que también manifestamos nuestro respeto personal. De nada que la tuvimos en la mano -la sentencia, entiéndase- la publicamos para que todos nuestros lectores la conocieran, supieran de las argumentaciones de la jueza y sacaran sus propias conclusiones. Partiendo del máximo respeto que -insistimos- tributamos a la Justicia, debemos mostrarnos contrarios a sus argumentos, lo que no ha de constituir desacato, sino más bien perplejidad. La misma que existe en toda la sociedad informada de Canarias que sabe a la perfección que en La Favorita hubo pelotazo. Y sablazo también. Dicho sea con el máximo respeto y consideración.