La rueda de prensa de Paulino Rivero en Lanzarote resultó un auténtico tostón, al decir de los que acudieron a ella. Se columpió durante más de treinta minutos a través de todos los lugares comunes que cuelgan de la política de las Islas desde que España ingresó en la Unión Europea, y cumplió a rajatabla el precepto del comunicador con dobleces: si no quieres preguntas incómodas, atiborra a los periodistas de datos y de palabras hasta que se aburran y se marchen corriendo para llegar al informativo. Pero era sábado por la tarde, y esa muleta estaba gafada. Pero siempre hay un peón de brega que echa una manita en los momentos críticos. Tras la pregunta de Manuel Riveiro (Diario de Lanzarote) sobre las declaraciones de Soria en relación con las escuchas del caso sobrina, y después de que el presidente se saliera por la tangente con los asuntos domésticos, se escucha la voz de Patricia Alvarado (TVE) preguntando si iba a hablar ante el Parlamento. Pero de inmediato es interrumpida por Andrés Martinón, de Lancelot TV, que, de un muletazo, devolvió el toro al centro del ruedo.