Tiene un papelón difícil de interpretar Domingo Fuentes Curbelo, que a la vez que intenta crucificar a su compañera Olivia Estévez, que dimitió ante la vergüenza que le produjo la censura, trata de defender la tesis de que el marqués no ha sido jamás condenado por corrupción y, por lo tanto, no es tan mal socio como lo pintan. Al mismo tiempo, los defensores de la censura intentan desmitificar el supuesto progresismo de Asamblea Majorera para justificar el haber caído en los brazos del PP del modo que lo han hecho. La concejal de Las Palmas de Gran Canaria Isabel Mena fue tajante en la Ejecutiva cuando preguntó a sus compañeros majoreros cómo explicaban haber apoyado al presidente del PP después de haber afirmado que el voto antimarqués se lo había llevado Asamblea Majorera en las últimas elecciones. Como prueba del algodón, Fuentes Curbelo ha ido recogiendo firmas de respaldo entre los secretarios locales majoreros, que ni siquiera han reunido a sus asambleas para respaldar o rechazar la censura en La Oliva.