Continúa el PP canario demostrando que la participación democrática es su fuerte, claro que sí. Ya saben que en el Ayuntamiento de Las Palmas andan con recortes en los resortes con que contaba de siempre la oposición, y este jueves José Manuel Soria sacó las tijeras de podar y del poder y se llevó por delante varias perrogativas más. Así, han quedado reducidos a cinco los instrumentos de control que puede presentar la oposición en los plenos del Cabildo grancanario, lo que unido a la merma del tiempo en las intervenciones, dejó en hora y media la duración del pleno más rápido de la historia reciente de la Casa Palacio insular, celebrado este jueves en un visto y no visto. Gracias a que se manifestaron en la puerta de la Corporación los trabajadores sociosanitarios, y que la consejera Salud Gil ha metido unos sustanciosos recortes en el convenio de mayores, alegando, eso sí, que ella no ha rebajado en siete millones de euros largos ese programa. Más bien todo lo contrario: “Es incierto, no se reduce sino que se mantiene”, replicó a Inmaculada Vega (CC). Pero lo de Soria fue mejor.