Policía de delitos tecnológicos

Ineficacia policial

Llega a mi conocimiento que una madre de familia, separada ella, descubre en el correo electrónico de su hijo, menor de edad, un mensaje con contenido pornográfico precedente de su padre. Ella, inmediatamente acude a formular denuncia , a una comisaría de Las Palmas de Gran Canaria . Se supone que en la era de internet, y teniendo la policía una brigada de investigación tecnológica el tema se solucionara con eficacia.Nada más lejos de la realidad, dos horas en comisaría de total ineficacia. La mujer denunciante pide a los agentes que comprobaran el contenido del correo,accediendo ellos mismos desde los ordenadores de la comisaría, pero ellos se niegan a hacerlo. No le hacen ningún documento de que estuvo en comisaría denunciando este hecho. Total que le piden a esta mujer, que vuelva en otro momento, con una copia en CD del correo mencionado con el archivo correspondiente. Pero eso ya será para otro día, porque ya es tarde en su casa no tiene nada para grabar y además deberá buscar a alguien que le ayude en esta tarea. Este reciente caso, real como la vida misma, nos muestra esa otra cara de la policía. Tras esa aparente imagen que nos venden por los medios de comunicación de eficacia en el desmantelamiento de redes de pornografía, existe esta otra. La ineficacia de ciertos agentes que no saben dar respuestas más eficaces al ciudadano. Qué sencillo hubiera sido que con el permiso correspondiente de esta persona, cualquiera de los agentes presentes en comisaría hubieran accedido al correo electrónico y haber guardado copia en el disco duro del ordenador o haberlo enviado al correo de la unidad de pornografía infantil: denuncias.pornografia.infantil@policia.es . Y si tan difícil era eso haber informado de la posibilidad de enviarlo ella misma a esa dirección u otra más oportuna. Hechos como estos me dejan una sana duda. No sé si en la policía existe un deseo de servir y facilitar todo al ciudadano para que su denuncia sea cursada con agilidad y eficacia. Quizá, por el contrario solamente existe una aparente imagen de lucha contra la pornografía infantil pero que en la realidad pone mil y una dificultad al ciudadano, no por impedimentos tecnológicos sino por la falta de voluntad de algunos agentes policiales.