Los top secret los carga el diablo. Basta un par de comentarios así, sin intención, y se monta la de diosescristo (y dale) en territorio comanche. Porque nos han saltado casi todas las alarmas, menos las del sargento jefe en funciones, de las escasas dotaciones de las que dispone la Policía Local de Mogán. Llevan años hasta el gorro de tanta caza de brujas política a cuenta de quiénes son dóciles y sumisos al alcalde y quiénes se siguen dando a la lengua con los brigadistas de la operación Góndola. Y ahora, por un quítame allá ese concejal, avisan por radio que se va a montar una buena en la etapa final de Silverio Hernández como responsable político del cuerpo de fuerza armado del municipio (ños, qué mal suena eso en ese municipio). A Silverio Hernández, alcalde en funciones para nunca más volver a serlo, le espera una buena en los próximos días, con Paquirrín de asueto total. No lo soporta en el cuerpo casi nadie, menos su esposa, que para más inri de sus compañeros, es policía local con funciones asignadas para controlar los mercadillos del terruño. ¡Vaya! Donde tienen sus cuartos también...