No es nada frecuente que el Cuerpo Superior de Policía se dirija a los medios de comunicación para reclamar la colaboración ciudadana para el esclarecimiento de un caso criminal. Lo hizo este jueves en Las Palmas de Gran Canaria en relación con la investigación de los abusos sexuales presuntamente cometidos por los directivos del gimnasio de kárate Torres Baena contra decenas de sus alumnos durante los últimos veinte años, aproximadamente. La investigación, declarada secreta por el juez Parramón, no deja de arrojar cada día nuevos datos sobre el alcance de los presuntos delitos cometidos sobre personas que en el momento de los hechos eran menores de edad. Y como quiera que no dejan de presentarse presuntas víctimas, se ha tomado la decisión de ordenar y coordinar todos los testimonios a través de la Policía, de modo que al instructor llegue cada denuncia convenientemente filtrada, contrastada y complementada. El Juzgado de Instrucción 7 se encuentra literalmente desbordado por el llamado caso Kárate, y no solamente por la dedicación que está requiriendo, sino también por el impacto emocional que está produciendo entre los funcionarios.