Lo tiene que estar pasandorealmente mal el presidente del Centro Canario, Nacho González. Aunque en Tenerife su partido ha logrado unas cuantas actas de concejales e incluso hacerse con alguna alcaldía con un solo representante en el pleno, los resultados no fueron los esperados. El dineral invertido no se ha visto correspondido con los esfuerzos realizados, y la conjunción de astros malignos, algunos en forma de media luna modelo playa de Las Teresitas, amenazan fatalidad. Para colmo, su alianza electoral con Román Rodríguez le ha granjeado una práctica declaración de guerra de los poderes fácticos tinerfeños, que ven en el expresidente a un monstruo canarión que quiere llevarse el Teide para La Aldea. Las presiones son cada día mayores y ya han conseguido con ellas que no se presente en Tenerife.