Las paradojas de esta nacionalidad no se detienen en lo anteriormente comentado, sino que además hasta es posible comprobar cómo la productora que dirige el incombustible Xuancar es capaz de ganar en todos los escenarios, con Bethencourt y con Moreno; con Román y con Adán. Y hasta nos atrevemos a aventurar que con Soria, porque de otro modo no pueden entenderse tales posicionamentos. Con la huelga de los trabajadores de Socater desde luego pierden los trabajadores, a los que les descuentan una pasta de las escuálidas 130.000 chuchas de antes que cobran de promedio. Pierde Paco Moreno, que ve peligrar el proyecto que se comprometió a defender, un proyecto según un modelo mixto que ha respaldado la autonomía. ¿Y quién gana? Pues gana la productora, que además de seguir cobrando por sus programas, sigue ingresando por la publicidad que genera la televisión, la misma televisión a la que le mete una huelga entre pecho y espalda. Y gana Soria, claro, que ya puede ir pensando no sólo dónde pretende colocar a los trabajadores del ente (en el cada vez más hipotético caso de que le dejen gobernar), sino también a Xuancar, que se lo curra cantidad.