Se consumó finalmente la contratación de José Antonio González Ojellón como gerente de la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria pese a las protestas de los representantes de los trabajadores y la indignación de mucha gente. El Cabildo se ha mantenido en sus trece y defiende la readmisión de este trabajador pese a haber sido despedido en su día por apropiación indebida, delito por el que ya penó tras devolver lo robado. Pero los trabajadores insisten en no quererlo y añaden durísimas acusaciones de acoso sexual en el pasado para reforzar su oposición. Además, este domingo han manifestado su desacuerdo con la lectura de un comunicado al término de la representación de Grease en el teatro Cuyás y con dos minutos de silencio de los músicos de la orquesta tras afinar en los prolegómenos de la representación de la ópera Thaïs. Estaban presentes en el coliseo el presidente del Cabildo, José Miguel Pérez, y el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra. Desconocemos de quién partió la orden de impedir que los trabajadores repartieran su comunicado de repulsa en el hall del Galdós, del que fueron desalojados.