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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

El PSOE vuelve a arrodillarse

Las notas de Hernández Spínola tomadas durante la sexta reunión de la mesa negociadora del pacto. (ALEJANDRO RAMOS)

Carlos Sosa

¿Podía empeorar el Partido Socialista Canario su posición respecto a la que pactó con Coalición Canaria en 2011? La respuesta es, sin dudarlo, sí. Aquel reparto de áreas para gobernar Canarias fue malo de solemnidad, con los nacionalistas quedándose con la parte magra de los presupuestos y, al menos a priori, con los departamentos de relumbrón que se desgajaron de sus consejerías naturales. La disparatada separación de Cultura y Deportes de Educación, o el medio ambiente de la ordenación del territorio, entre otras ocurrencias, se remendaron este viernes en la última reunión de la mesa del pacto. Pero ese remiendo no se hizo para entregar a los socialistas lo que se dejaron arrebatar en 2011, sino para quitarles el lote completo. Así, el medioambiente volvió a Política Territorial, pero ahora de regreso a manos nacionalistas. Como Educación, con sus atributos naturales de Cultura y Deportes, en un gesto de entrega tan absurdo como negligente. Porque es absurdo no mantener un departamento que estos cuatro años ha sido referente nacional por la pacificación, por haber invertido los malos datos históricos, por los comedores escolares y por la alta implicación que por primera vez en décadas se ha contemplado en toda la comunidad educativa. Y es una negligencia porque la historia demuestra que jamás Coalición Canaria ha demostrado ser capaz de gestionar con fundamento esa consejería, vital para el futuro de una comunidad tan atrasada como esta. Pongan en remojo a partir de un par de meses la paz educativa, los ratios de calidad alcanzados y los comedores escolares, por poner sólo los asuntos más llamativos. Y todo por el empeño del PSOE por asumir la responsabilidad en Sanidad, una consejería caída en el descrédito, con unos niveles de calidad bajo mínimos, con la gente muriéndose en los pasillos de las urgencias hospitalarias, con listas de esperas escandalosas y con una desmotivación del personal que va a costar muchos años remontar.

Es Coalición, estúpido

En su descargo, los negociadores socialistas alegan que así es de duro negociar con Coalición Canaria, que con la sutileza de un Corleone cualquiera pone sobre la mesa el primer día el revólver que te obliga a tomar lo que te ofrece o a levantarte con la amenaza de ser sustituido tu culo por el de la gente del PP en el minuto siguiente. CC siempre juega con ventaja en estas negociaciones a pesar de que esta vez presente sus peores resultados (18 diputados, 18% de los votos emitidos) y escasa capacidad de reacción para llamar al Partido Popular, con el que por ya no suma 31 o más. Su táctica se repite con milimétrica tradición cada cuatro años: si tiene desventaja en la mesa regional, presiona a su interlocutor con corporaciones locales como el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en el que arrinconó al PSOE a la oposición sin el menor intento por hacer allí un pacto digno. O el Cabildo de Tenerife, donde Carlos Alonso ha humillado literalmente a Aurelio Abreu, el número uno socialista, ofreciéndole la gestión de los residuos sólidos urbanos en un pacto en el que ha invitado a todos los partidos políticos de la Corporación y a las rondallas del carnaval para que amenicen los plenos. Con este panorama tan desolador, los negociadores socialistas se han limitado a salvar las exigencias más evidentes de la candidata a la presidencia, Patricia Hernández, y sus propias recolocaciones personales. La virtual vicepresidencia quería que el PSOE se ocupara de la sanidad y las políticas sociales y eso se ha conseguido, aún a costa de renunciar a Educación, Cultura y Deportes, cuyos éxitos no sólo no se valoran, sino que se desprecian por provenir del actual secretario general y titular de esa cartera, José Miguel Pérez. La única consejería que conserva el PSOE es la de Presidencia, Justicia e Igualdad, que casualmente está ocupada (con acierto, todo hay que decirlo) por uno de los negociadores, Francisco Hernández Spínola. Aunque a decir verdad, se mantiene para el PSOE la de Empleo, desgajada de Industria, Energía y Comercio, que se la lleva CC. La oportunidad para las renovables que se presenta en el Cabildo de Gran Canaria, cogobernado también por el PSOE, pasa a la decisión que tome un consejero o consejera de CC, hasta ahora inútiles en esta materia. Eso sí, los socialistas asumen por primera vez en décadas las Obras Públicas, el Transporte y los puertos de titularidad regional. Una magnífica cartera si no fuera por la precariedad inversora y porque el talonario (Economía y Hacienda) se mantiene bajo el control de CC.

El Parlamento, ¿para Julio Cruz?

Oficialmente no hay ningún nombre asignado a cada uno de los departamentos en que se dividirá el Gobierno de Canarias a partir de su constitución. Se da por sentado que, además del presidente Fernando Clavijo, Patricia Hernández se ocupará de la vicepresidencia y de alguna consejería, previsiblemente Empleo o Políticas Sociales. Está cantado que de la Sanidad se ocupará Jesús Morera y no habría que descartar, aunque él lo haya hecho, que Spínola vuelva a Presidencia y Justicia. Por la parte nacionalista, el reparto territorial obligará a CC a meter gente de casi todas las islas, incluso podría alcanzar a las siete, si tenemos en cuenta que él es de Tenerife y le quedan seis carteras para repartir. Algo tendrá que hacer con Bañolas o con Mari Mar Julios; algo con José Ramón Hernández o con José Miguel Ruano, apartado en la pasada legislatura por Paulino Rivero. Lo que está confirmado es que Antonio Castro no repetirá como presidente del Parlamento, lo que le obligará a buscarle un destino digamos que digno. La Cámara será presidida por un socialista por primera vez desde que lo hiciera el histórico Pedro Guerra (1982-1987), padre del cantautor de igual nombre y apellido. Todo el mundo da por hecho que esa plaza se la ha agenciado para sí el actual secretario de Organización del PSOE Julio Cruz, también miembro de la comisión negociadora del pacto, virulentamente derrotado por Casimiro Curbelo en La Gomera. De darse este nombramiento, la presidencia y la vicepresidencia del Gobierno y la presidencia del Parlamento recaerían en manos de políticos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, lo que llenará de regocijo no sólo a las fuerzas vivas de Gran Canaria, sino a una parte muy importante de la Ejecutiva del PSOE, que este lunes se reunirá para validar este acuerdo. Ya les adelantamos que habrá tomate.

El caso Brito y la protección de la víctima

En medio de esta recta final de negociación de pactos de gobierno en distintas instituciones, la bomba saltó este viernes a cuatro columnas en la edición impresa del periódico La Provincia. La acusación de abusos sexuales vertida por una joven de 19 años contra Juan Manuel Brito, número uno de Podemos al Cabildo de Gran Canaria, es un feo asunto que requiere mucha cautela y el respeto máximo a la presunta víctima sin menoscabo de la presunción de inocencia de la persona señalada por la misma. Que los supuestos abusos se hayan producido hace quince años y surjan ahora, cuando el presunto agresor es cargo político, no han de suponer necesariamente falsedad en la acusación, por mucho que esté probado que la madre de la chica intentó dos veces sin éxito implicar a su ex pareja en sendos casos de malos tratos con resultado de archivo hace más de una década. La prescripción del delito de abusos sexuales sobre un menor empieza a computarse a partir de los 18 años de la supuesta víctima, lo que significa que, al tener 19, el juez puede investigar sin más límites que los legales. Sin embargo, hay varios aspectos que es conveniente destacar: en primer lugar, los dos años que tarda la madre de la presunta víctima en poner en conocimiento de su médico de cabecera los hechos ocurridos hace quince; en segundo lugar, que en su parte de lesiones remitido a la Policía, el galeno hiciera constar la condición de candidato de Podemos del presunto agresor. Y en tercer lugar, la información contrastada por este periódico de que en la Policía hay órdenes concretas de la superioridad de meter presión a este asunto aunque la presunta víctima haya preferido de momento no interponer denuncia formal.

Podemos, en defensa de su consejero

Juan Manuel Brito tomará posesión este sábado de su acta de consejero del Cabildo de Gran Canaria porque tanto él como su partido, Podemos, y el presidente de la Corporación, Antonio Morales, consideran que la actual situación procesal que vive no le invalidan políticamente. No obstante, Podemos le ha suspendido cautelarmente de militancia en lo que se aclara la cuestión, lo que debería someterle teóricamente también a un apartamiento preventivo de la primera línea de fuego para, en el caso de que todo quedara aclarado satisfactoriamente, regresar a ella cuando fuera menester. Ha sido muy llamativo el comunicado lanzado este viernes por Podemos. En él se descarta por completo la hipotética existencia de fuego amigo destinado a abortar una carrera política recién comenzada en las instituciones, a la vez que se da prácticamente por sentada la inocencia de su consejero electo Juan Manuel Brito y se llega a afirmar que la podrá demostrar a lo largo de un proceso penal que todavía no ha comenzado. El juez Rafael Passaro, al que ha correspondido la instrucción, sólo tiene en su poder el parte de lesiones del médico de cabecera de la presunta víctima y la declaración de ésta ante la Policía Nacional refiriendo algunos episodios de hace catorce o quince años. Falta todo un mundo por instruir, desde la declaración del presunto agresor a la de familiares y testigos, donde será decisivo seguramente el testimonio de la madre de la presunta víctima y ex pareja de Brito. Mientras se dilucida la cuestión es necesario preservar al máximo la intimidad e integridad moral de la presunta víctima y, desde luego, la presunción de inocencia del denunciado. O imputado cuando lo sea. Lo único bueno que tiene este asunto es que tarde o temprano se acabará aclarando.

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