La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, así las cosas, decidió este miércoles declarar desierta la subasta por un motivo técnico y otro político. El técnico parece claro: no se le puede producir un perjuicio económico a la institución aceptando una oferta de 2,5 millones de euros inferior a la que se tenía constancia había sido retirada. Y la política tiene mayor enjundia, porque tiene que ver con evitar una operación urbanística en una zona sensible de la ciudad y dotar a la Corporación de unas dependencias que le son necesaria. Por eso, el grupo de gobierno ha decidido que el Ayuntamiento se quede con los dos inmuebles para rehabilitarlos y transformarlos en instalaciones de uso ciudadano, desde una casa de la juventud a un museo, desde una concejalía de distrito a un tribunal económico administrativo. Y en el solar que da a Francisco Gurié, un aparcamiento subterráneo de dos plantas y una plaza en la superficie. Dos en la misma semana. Esto va camino de la sobredosis.