Uno de los argumentos más pintorescos de cuantos lanzó este martes la alcaldesa al presentar el concierto de Luis Miguel es que el Ayuntamiento contrata al artista de modo directo, esto es, sin promotores ni productores que intermedien. No puede ser cierto, especialmente porque ningún artista contrata directamente con una institución si por medio no tercia, como mínimo, quien promueve su gira española, que seguramente coincidirá con el mismo que promovió la gira de Shakira, valga la cacofonía. Pero dada la experiencia de la alcaldesa con las bandas salseras de su etapa en el Carnaval y el gusto que le está cogiendo a estos conciertos multitudinarios, seguro que se está planteando, para después del 27-M, colgar el bastón de mando y dedicarse a la promoción y producción de espectáculos. Cultura con mayúsculas, que dice su jefe de filas.