Tenemos este verano en la redacción a una compañera, a punto de licenciarse en Ciencias Políticas en la Villa y Corte, que lee con estupor las informaciones y confidencias que llegan en clave canaria del Congreso Federal del PSOE. Como para dejar de interesarle la política, dice. Este lunes, entre el desayuno y el almuerzo, a punto ha estado del corte de digestión. Menos mal que a media tarde a Acnpress le dio por digerir la resaca congresual con otro espaldarazo arrancado en cinco segundos de Zapatero a Aguilar, porque la mañana fue de náuseas, hipocondriaca extrema, del “quiste endémico” de Saavedra a la “epidemia pasajera” de Santiago Pérez, con el PSC dando señas trucadas, según quien lance el mensaje, de que el verano será tan largo que llegará la cita de noviembre con la peña exhausta. Y todo porque al presidente del PSC le dio por salir en defensa (sic) de Aguilar en clave de nombramientos en Ferraz metiendo el dedo en el ojo al socialismo tinerfeño; y porque el parlamentario más combativo de la era juanfernandista se dio por aludido (resic), y le recordó a Saavedra que no se come una rosca a la hora de analizar la política tinerfeña.