Según las informaciones que da a conocer periódicamente de modo oficial la Armada americana, el combustible nuclear que portaba el Scorpion a bordo se mantiene intacto y los niveles de uranio no superan los parámetros medios aceptados en los últimos ensayos de armas nucleares. Pero a la Marina USA preocupan desde el punto de vista ambiental las ojivas de los dos torpedos, que creen que se encuentran aún dentro de la sala de torpedos del submarino, por la posible corrosión que pudieran haber sufrido y por su contenido de plutonio y uranio. El Scorpion, con 99 hombres que sus familias jamás volvieron a ver, está muy cerquita de Canarias y su descubrimiento, 40 años después, coincide con la reapertura del debate nuclear.