Parece evidente que la fórmula mixta implantada en Canarias tiene algunas debilidades que es necesario corregir (Canal 9, de Valencia, se ha dado cuenta). La principal es la que estamos viendo: no puede quedar en manos de una productora de programas la espina dorsal de la televisión, es decir, los servicios informativos. El ente, es cierto, paga a los jefes, pero la tropa depende de Xuancar, y hasta se ha dado el caso de órdenes del ente que son contradichas por la productora, con lo que ya se imaginarán el cacao maravillao que se traen. Los recortes -al parecer por motivaciones económicas- son brutales, y de aquellas pretensiones de tener una televisión pública con una amplia oferta informativa, estamos pasando a que desaparezcan los informativos de última hora de la noche y uno de los de fin de semana. De la política de nombramientos, despidos por elevación y otros traslados mejor no opinar, porque quizá puedan pertenecer a la intimidad de cada empresa. Pero les aseguramos que las cosas que cuentan no son para estimularse mucho.