La bulgarización de los congresos no dejan el menor resquicio a la indisciplina. Pablo Matos tuvo el atrevimiento en verano de comunicar a Soria que pretendía presentar una candidatura alternativa, y delante de toda la dirección regional del partido, el líder le dijo que aquello lo consideraba un ataque personal. Pablo Matos tardó segundos en anunciar que se retiraba y que usted perdone. Pero se personó en el congreso de este fin de semana con la intención de hacer valer los reglamentos supuestamente democráticos del PP canario. Así, presentó una enmienda a la totalidad de la ponencia política y ganó el tío por dos votos. Soria volvió a montar en cólera y, no sabemos si por cuestiones personales o porque le dio la gana, ordenó el recuento fila por fila y a mano alzada. Ahí murieron los valientes y la enmienda de Matos fue rechazada por una diferencia de seis votos.