Lo que los caprichos de Soria están costando a las arcas del Cabildo grancanario sólo en materia de despidos es para echarse a temblar. No sólo les hablamos de dinero, sino también de desprestigio para una institución que siempre gozó de gran respeto por los trabajadores. La última sentencia condenatoria conocida ha sido por el despido del jefe de protocolo, Antonio Coto, al que tendrán que readmitir e indemnizar. Coto, veterano experto en la materia, debe sentir estos días una satisfacción adicional a la de su victoria legal. Cuenta la Historia que, en el fragor de la batalla, cuando en el ancho mar un buque era apresado, derrotado y vencido, lo primero que hacía era arriar la bandera, entregar y rendir pabellón. Pues bien, según nos ha hecho ver un atento lector, desde el pasado lunes, coincidiendo con la comunicación de la sentencia, el Excelentísimo Cabildo de Gran Canaria, ha arriado el magnánimo pabellón insular, ese paño bicolor de 360.000 euros que justo da frente a la ventana del ex jefe de protocolo ahora restituido, en la plaza del Fuero de Gran Canaria.