No sabemos si lo que necesita la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Rita Martín, es un logopeda o si sencillamente nos encontramos ante un fenómeno más de la insoportable falta de cualificación que adorna a muchos de nuestros cargos públicos. Escuchar a esta señora respondiendo a las preguntas de cualquier entrevistador equivale de modo inmediato al bochorno institucional, al sonrojo como canarios, al terror de pensar en manos de qué tipo de indocumentados políticos nos encontramos. Porque si piensa igual que habla, vayan los empresarios turísticos apagando las luces (las pocas luces que quedan) y dedicándose al noble arte de coger lapas cuando baje la marea. Hemos tenido la santa paciencia (ya verán por qué lo de santa) de transcribir una entrevista que le hizo María Teresa Campos (Punto Radio) en Fitur, y hemos concluido que no exageramos nada cuando decimos que le queda ancho el cargo.