Rita Martín conocía perfectamente la adjudicación del proyecto de rehabilitación de San Agustín, Playa del Inglés y Maspalomas desde las 13.00 horas del pasado lunes, 8 de junio, cuando se reunió con el gerente del consorcio, José Fernández, a petición de éste, en su despacho de Turismo. Le acompañaban los altos cargos del departamento, desde la viceconsejera Hernández Bento, hasta los directores generales. Allí fue informada de esa adjudicación y no puso pega alguna. Luego, cuando desde algún nada ignoto lugar de la capital pusieron en marcha el ventilador, la doña recibió la orden de su jefe de emitir el viernes 12, cuatro días después, un comunicado exigiendo transparencia en los concursos y clamando contra no se sabe qué contrato a dedo. Soria le había mandado el comunicado redactado y Rita ordenó que se distribuyera aunque encerrara una flagrante contradicción con sus decisiones del lunes.