Como era de prever, las alarmas saltaron este lunes en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. Las informaciones sobre la reducción de haberes de funcionarios y personal laboral, una de las medidas que el gobierno local presidido por Marcos Brito (CC), con el apoyo de dos concejales del PP, piensa poner en marcha para coger resuello, fueron multiplicándose para inquietud y alarma de quienes salían y entraban en las dependencias municipales. La posibilidad de un expediente de regulación de empleo (ERE) no es descartable, lo que plantea las dudas de si saldrán primero los enchufados o si el pedazo de trono de Semana Santa que allí gobierna aplicará algún criterio consensuado con los sindicatos, que queda más fino pero es igual de putada. Se aguardan las reacciones de sindicatos y representaciones de los trabajadores, bastante atomizadas, por cierto. Brito no ha tenido reservas a la hora de decir que los ediles responsables de personal y hacienda cuentan con su apoyo para llevar a cabo todos los recortes que sean precisos. ¿Cómo si no no se iban a echar a correr de inmediato?