Alberto Santana, el denunciante original de la trama eólica, no ha dejado de trabajar en el asunto desde hace más de un año. Sabe que Soria le tiene cogida la matrícula, que lo está acechando para tratar de querellarse contra él y desprestigiarle, pero no pierde la esperanza de verlo procesado por el asunto. En estos momentos asegura estar trabajando en una acción penal contra el presidente del Cabildo de Gran Canaria por la trama gruesa del negocio eólico, la que coloca a Soria en el epicentro de todas las decisiones políticas que iban a dar lugar a un descomunal beneficio para el propietario del chalet en el que el líder del PP habitó en plan precarista entre 2004 y 2006. Se ha rodeado de expertos abogados, economistas y hasta un censor jurado de cuentas para preparar adecuadamente su estrategia y el escrito que presentará ante los tribunales, bien en forma de denuncia o bien personándose en la causa abierta en el juzgado de Instrucción 7. Entre escrito y escrito, conversación y conversación, el polémico empresario agarra a su perro, Leo para que no se lance de momento a por los conejos que salen de las chisteras.