José Manuel Soria y sus mariachis siguen dándole que te pego a la matraquilla de que la Justicia, los policías, los periodistas rojetes y los guardianes rescatadores se han confabulado de modo torticero contra las personas honradas de esta región. La estrategia y sus derivadas van creciendo en intensidad al tiempo que ganan muchos grados de patetismo, porque en el fondo, como les venimos diciendo, no es otra cosa que la creación de una sociedad de imputados -e imputados por llegar- que se protege, se retroalimenta, se refocila, se enfanga y por ahí se las den todas. A ver si nos entienden. En el colmo de la desfachatez, el imputado color salmón ha llegado a reclamar públicamente que Juan Fernando López Aguilar pida disculpas a Santiago Santana Cazorla por la detención de la que el empresario fue objeto en febrero de 2007. Suponemos que, a la vista del auto del que hoy nos hacemos eco, Soria pedirá también a la Sección VI de la Audiencia que arrodille y cumpla penitencia. Y los cerebros del Canarias7, a tragarse otras tres ediciones. Venga.