Digno de resaltar y de encomio el esfuerzo de seguridad desplegado este lunes en el Puerto de La Luz (no nos consta que ocurriera lo mismo en el de Arrecife) ante la llegada del Queen Mary II. Está claro que atravesamos un momento que requiere extremar precauciones y no ponérselo fácil a los terroristas. Suponemos que la Cunard habrá reclamado medidas de seguridad y que las hemos pagado entre todos. Pero desde el mismo puerto, cualificados operadores nos indican que similar peligro potencial existe ante el atraque de un buque de Líneas Armas o de Trasmediterránea, sin que se aplique medida alguna tras el 11-M. Recuerdan nuestros comunicantes, que tienen un cabreo sordo, que es muy importante proteger a los turistas, pero que los atentados de Madrid se dirigieron contra el usuario normal y corriente del transporte público. Y en La Luz, indican, no se han puesto en marcha medidas especiales para el día a día, que ya se sabe cómo es. Nosotros nos limitamos a hacernos eco de algo que tiene su lógica. Otros que den las explicaciones.