Hacía varios días que no nos dábamos un garbeo por los editoriales del periódico más dicharachero de Barrio Sésamo, y la verdad es que teníamos cierto mono. El reencuentro con El Día no pudo ser más fascinante porque nos tropezamos con un editorialista pletórico, apasionado, inflado de patriotismo y en constante levitación. Don Pepito se salió este miércoles, señoras y señores, propiciando un furibundo ataque a los socialistas españoles paralalelo a una autoexaltación de su propia y quijotesca figura. “El panorama es negro; muy negro. Y cada vez que escribimos negro nos ponemos a temblar por si nos aparecen otras querellas por racistas y xenófobos”, escribía el famoso editorialista. “No vemos ninguna rendija por la que podamos escapar y volver a respirar el aire de libertad y de bienestar que disfrutábamos. La libertad que poseían nuestros antepasados hace casi seis siglos. Algo que se acabó cuando los socialistas llegaron al poder”. Fabuloso, seis siglos de socialismo y nosotros con estos pelos. Pero hubo más.