Lamentablemente, José Manuel Soria no está a la altura de las circunstancias. No está siendo capaz de administrar con templanza la grave crisis política en la que andan metidos él y su partido, el PP, y en lugar de transmitir serenidad a sus votantes, militantes, simpatizantes y público en general, se dedica a lanzar amenazas, frases grandilocuentes y mentiras, ignorante de que el personal le tiene cogida la matrícula. La última de sus mentiras ha sido decir que no conoce al abogado Alfredo Briganty, encartado en la Operación Eolo por un presunto delito de cohecho en relación con el concurso eólico que también gestionó desastrosamente el ex consejero de Industria, Luis Soria. Va a resultar que no sólo el señor Soria, José Manuel, conoce perfectamente a Briganty, sino que le parece lo suficientemente cualificado para ser delegado del Gobierno en Canarias, cargo que le ofreció personalmente hace escasamente tres años. También dijo hace unos días que no conoce de nada a Francisco Cabrera, uno de los denunciantes del escándalo eólico, y resulta que lo conoce perfectamente, como acreditan amigos comunes.