La situación en que anda colocada la Autoridad Portuaria de Las Palmas y las crisis en cadena que está originando sólo tienen un responsable: José Manuel Soria, presidente del PP canario y vicepresidente del Gobierno, que anda absolutamente fuera de sí, obsesionado con aparentar poder. Es él y no Rivero el que llama en su día a Emilio Mayoral para comunicarle su inminente destitución, llamada que jamás se produce a Luis Suárez Trenor, presidente portuario por entonces en Santa Cruz de Tenerife. Y es Soria quien impone al intransigente Sánchez-Simón, como impuso en su día al incompetente Arnáiz, y es él quien anima a empresarios como Esquível, su casero de recibos imposibles, a tomar nuevamente el Puerto al asalto. Es una pena que Mayoral no mandara a Arnáiz antes a la Fiscalía para que todo el mundo supiera a tiempo el tamaño de la gestión que propone Soria a los canarios a cambio de que él pueda seguir ejerciendo la política cuatro años más. Con su partido corrupto a cuestas.