Felicitamos muy sinceramente al periódico Canarias7 por su reciente y apasionada incorporación a la búsqueda de las cosas cochinas realizadas en la dilatada era soriana de este atolondrado archipiélago. Su exclusiva de este miércoles sobre la última adjudicación hecha por Mercedes Roldós en la Consejería de Sanidad es una verdadera pica en Flandes, si se analiza desde Flandes en dirección a la punta de la pica, a ver si nos entendemos. Pero ha sido muy valiosa la noticia ofrecida por ese diario acerca del nombre, proceder y solvencia de la empresa a la que la ex consejera Roldós adjudicó nada menos que un contrato de casi 125 millones de euros para gestionar los servicios de diálisis en dos hospitales públicos, uno de Gran Canaria, el Doctor Negrín, y el general de Lanzarote. Porque gracias a esa información original hemos podido tirar del hilo y encontrarnos con un apoteósico ovillo que relaciona directamente a esa sospechosa empresa con las tramas corruptas del levante español y con el pelotazo más sonado de la era pepera en Las Palmas de Gran Canaria, las torres del Canódromo. La primera exclusiva, para Canarias7, las dos siguientes, con permiso, para CANARIAS AHORA.