Por lo demás, muy poco de sabrosón arrojó el pleno del Cabildo, más allá de los fatuos intentos de Luis Larry Álvarez de hacerse el gracioso y el documentado. Oh, hasta citó a Adam Smith para argumentar, en defensa de los casinos del PP, “la libertad de mercado”. Y recordó que “cuando dos empresarios se encierran en una habitación conspiran contra el mercado”. Anda, qué oportuno es el chico. ¿Vale la misma meditación de Smith para la reunión de empresarios con Mauricio el martes, para hacerse con el control del gas fuera de cualquier mecanismo transparente? ¿Vale el almuerzo de esta misma semana en el salón privado del AC entre Luis Soria, Juan Francisco García, José Carlos Mauricio y Germán Suárez? No contamos con que en otra mesa muy cercana compartían condumio el mayor de los Soria con un técnico comercial del Estado y la esposa del primero, porque entendemos que era encuentro privado. Pero agradecemos a Larry que arroje luz, una sabia luz, sobre el conchabo político-empresarial que Mauricio niega hasta por escrito.