Como cuando dijo en el Parlamento que él no era aquel señor que estaba en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, sí, ¿recuerdan? “yo me ausenté” cuando se trataban asuntos de su amigo y casero eólico Esquível. Lo mismo, exactamente lo mismo, está ocurriendo con este asunto de Mazotti, que ha llevado a todos los abogados de las partes personadas, incluidos los del Cabildo, a llevarse las manos a la cabeza al comprobar el tamaño de la trola. Dijo Soria en su día, al estallar el caso, que cuando Mazotti fue detenido por el caso Paraíso, él, el más listo de la clase, ordenó una investigación interna para ver si había alguna irregularidad en el Cabildo. Hasta cinco testigos, todos funcionarios de la institución, han negado que eso hubiera ocurrido jamás. Nadie le pidió que se mojara, y él solito se ahogó.