Ay, ese interés general, qué manoseado nos lo tienen algunos. Porque en nombre del interés general, consideración que tienen las obras de ampliación de la autopista entre Puerto Rico y Mogán, la UTE responsable se dedica a tomar todos los atajos para ganar más dinerito, que es lo que ahora toca. Tras haber vaciado los túneles en el Barranco de Tauro, prácticamente ha sepultado algunas viviendas allí existentes, cuyos vecinos creen vivir una pesadilla. Corsan-Corvián, que así se llama la tal UTE, lleva la batuta y no para en barras a la hora de cometer disparates como este que pueden apreciar en la fotografía. Lo grandioso es que el Seprona, que recibió denuncia, actúa tímidamente y la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural no ha dicho nada ante otra acción iniciada por los afectados. Como la obra es de interés general, sin que nadie haya pedido permiso, los camiones tiran la tierra excedente donde les da la gana y resulte más barato, esto es, a pocos metros de la obra. Los promotores de la urbanización y los vecinos afectados ya han anunciado que acudirán a la única vía que al parecer funciona en este país, la penal, contra la administración que no ha actuado, contra los urbanizadores y contra el director de la obra, que advertido de la situación, se ha instalado en el más irresponsable de los pasotismos.