De todas maneras, improvisaciones aparte, el protocolo venía amarrado por el Ministerio de Administraciones Públicas, que ejercía de anfitrión y donde tienen que estar asombrados con la capacidad de convocatoria de Carolina Darias. Desde el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, hasta el ex delegado Anastasio Travieso, pasando por casi todos los presidentes de Cabildos, alcaldes, concejales, curas, militares, jefes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, jueces, fiscales, funcionarios, cónsules, periodistas, parados, empresarios, sindicalistas, ex presidentes, dirigentes vecinales... casi puede decirse, aún a riesgo de caer en el tópico (no, ¡qué va!), que allí estaba toda Canarias. Y de todos los partidos políticos, tanto parlamentarios como en peligro de extinción.