La moción de censura en Valle Gran Rey, sin embargo, ha gozado de menos interés político y mediático en Canarias, solapada sin duda por La Oliva y su posible incidencia regional. Sin embargo, mientras en el municipio majorero no hubo “tránsfugas” porque José Manuel Soria no pudo cumplir las “48 horas naturales” para la expulsión de Domingo González Arroyo y sus concejales y éstos votaron con las siglas PP en sus papeletas, en Valle Gran Rey sí que los socialistas se asientan en un tránsfuga de CC y aquí Santiago Pérez, juanfernadista del Parlamento de Canarias, respalda sin ningún género de dudas el hartazgo de quienes se han perpetuado en la alcaldía con los “más variados procedimientos” desde hace un cuarto de siglo, pues la moción de censura supone “la realización efectiva de la alternancia” ya que con la marcha del concejal de CC y futuro alcalde, Ruyman García, al grupo Mixto, el PSOE es la fuerza mayoritaria con seis concejales. Pero claro, tras lo ocurrido en Denia (Alicante) y Puig (Valencia), el PP no puede reclamar la convocatoria del Pacto Antitransfuguismo para afearle al PSOE su conducta, así que la impresión generalizada es que tras estas calenturas de verano, las aguas volverán a su cauce, los censurados pasarán a la oposición y los censurantes alcanzarán el poder en todos los municipios afectados, tanto en Canarias como en la Comunidad Valenciana. Y el nuevo secretario federal del área de Ciudades y Política Municipal, Antonio Hernando, que sustituye a Alvaro Cuesta, y el coordinador de Política Autonómica y Muncipal del PP, Juan Manuel Moreno se irán de vacaciones como si tal cosa.