Las pulseras verdes con que la ACC pretende recaudar fondos para luchar contra el cáncer, se venderán a un euro a partir de finales de mes. Ya las han lucido en sus muñecas los Príncipes de Asturias, absolutamente ajenos a la decisión de una alcaldesa de utilizar el mismo reclamo y el mismo color para promocionar un proyecto declarado ilegal. Sin embargo, pese a que la asociación tenía registradas las suyas, no va a denunciar al Ayuntamiento de Las Palmas porque una entidad de esa naturaleza no se dedica a enturbiar sus relaciones con instituciones que, incluso, les tienen que autorizar las cuestaciones callejeras que realizan. Pero no deja de ser preocupante que la moda de las pulseras, instaurada para promover acciones no publicitarias y sin ánimo de lucro, se desvirtúen al llegar exactamente al istmo de Santa Catalina.