Sin salirnos de la cocina de KDK y a la espera de que los fogones alcancen los 3.600 grados de cada encuestado, los topes electorales pueden jugar una mala pasada a las hipotéticos aliados del cambio -CCN y Nueva Canarias- si no se rebajan del 6 al 3% regional y del 30 al 20% insular antes de las elecciones, reforma estatutaria mediante. De paso, chafaría al PSC-PSOE la opción de jugar a la aritmética teobaldiana con más de una baraja. El CCN es ahora el mejor colocado, con hasta tres diputados por Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote o La Palma. Quien más fácil lo tiene es Ignacio González en su isla, por la caña y el desgaste a ATI-CC que se siente en la calle, también con alternativas municipales como Ciudadanos por Santa Cruz de Guillermo Guigou. En cuanto a Nueva Canarias, ratifica su granero electoral en Gran Canaria en torno al 17-18% de votos, pero no alcanza los topes. Las alianzas que cierre fuera del horizonte de La Isleta podrían darle 2-3 diputados e incluso otro en Lanzarote o ser una fuerza extraparlamentaria como el PIL que en 1999 obtuvo el 29% pírrico de votos.