Como caído del cielo (y perdón por el sarcasmo) le ha venido al Partido Popular el lamentable accidente de un helicóptero militar español en Afganistán. Era lo que los muchachos de Ansar estaban esperando para montarle un pollo a Zapatero con el que devolverle la afrenta mundial del Yakovlev. Ha dicho Zaplana que no se preocupe el PSOE, que ellos no van a tratar de capitalizar políticamente ese accidente. No, qué va. De entrada ya han pedido una comparecencia del ministro, y de entrada ya ha salido Zaplana a mentir, con lo que habrá que esperarse lo peor. Sin embargo, nos hemos preguntado en la Redacción si el PP acabará o no interviniendo si, por un casual, Bono tapara que el helicóptero era realquilado a una guerrilla chechena; que los pilotos iban borrachos y llevaban 24 horas sin descansar; si entregara a los familiares los cadáveres que no son, si trucara las autopsias y si, de remate, le echara la culpa a ETA. Algo harían, ¿no?