Fuerteventura abre teatro
A pocas horas de que el gremio teatral celebre su día, cuatro jóvenes de Fuerteventura ultiman los detalles de la sala Secreto Teatro, un lugar con precios simbólicos o donativos, donde la taquilla no es lo prioritario, sino hacer teatro y crear hábitos escénicos entre la población local.
En 2009, el actor Javier Bolea dejaba el Madrid de los casting y los platós de cine y televisión para trasladarse, junto a su mujer, a Fuerteventura. La casualidad le llevó, a los tres meses de llegar, a dirigir el taller de Teatro del Cabildo majorero.
Sobre las tablas, conoció a Bruno de Vera, Josetxu del Portillo y Nicolás Figuretti, tres alumnos aventajados con los que, desde entonces y bajo el amparo del Cabildo, ha conseguido llevar a escena piezas del repertorio nacional, además de crear la compañía El Secreto Teatro. Bolea explica a Efe la frustración que suponía para el grupo ensayar durante meses un texto para luego poderlo representar una o dos veces en los espacios habilitados por el Cabildo.
Ante esta situación y la falta de sitios donde poder ensayar las compañías locales, a finales de 2011 decidieron crear una sala independiente que, además de llenar el vacío escénico de Puerto del Rosario, sirviera como lugar de ensayo y representación a su compañía y a otros grupos de la isla. El actor madrileño recuerda cómo empezaron a montar la sala en un local del barrio capitalino de Buenavista, cedido por los familiares de uno de los componentes, “con el objetivo de hacer teatro sin tener que acudir a las instalaciones públicas”.
Después de meses de trabajo y de la ayuda de empresas, Cabildo y majoreros amigos del teatro, el hormigón y los escombros han dado paso a una sala de moquetas con dos escenarios, un camerino y sillones reciclados dispuestos a acoger al público. En tiempos en los que el sector se descalabra por la subida del IVA y en ciudades como Madrid triunfan espacios independientes como Cuarta Pared, la Casa de la Portera o se atreven con fórmulas como el microteatro por dinero, en Fuerteventura estos cuatro jóvenes llegados de Argentina, la Península o de la localidad majorera de Tetir hablan de experimentación teatral.
Bolea planea llevar a escena los métodos de Peter Brook, interactuar con el público, explotar la idea de representaciones simultáneas en los dos escenarios, trabajar con la luz de un solo foco o, incluso, a oscuras. Los componentes de El Secreto Teatro aún no se han planteado cuál será el precio de la entrada o si acudirán a la donación, lo que sí harán es “ceder el espacio de forma gratuita a las compañías locales si lo que van a mostrar es gratuito o pedir la voluntad si lo que van a ver es remunerado”.
La intención es que la obra que represente El Secreto Teatro permanezca en cartelera un mes o dos y, aunque son conscientes de que, en un principio, solo se dejarán ver por la sala la gente del ámbito teatral, amigos y familia, afirman que “eso no es motivo para dejar de hacer teatro”. “Al final el objetivo no es que vayamos a ofrecer nuestras obras a las instituciones, sino que sean ellos quienes vengan a invitarnos a participar en su agenda”, añade Bolea.
La sala ya ha empezado a impregnarse del trajín cultural y mientras alguna compañía ensaya y otros grupos realizan pruebas de vestuario para próximo cortometraje que se rodará en la isla, Nicolás, Bruno, Josetxu y Javier preparan los talleres que se impartirán en el local, encaminados a la dinamización del barrio. Por delante, retos como el de crear un público fiel a las artes escénicas en la isla, que otras compañías canarias se atrevan a traer hasta la sala sus espectáculos o que los aficionados a la dramaturgia encuentren en Secreto Teatro el lugar en que poder estrenar.
El más inmediato es poner en escena “Arte” de la dramaturga francesa Yasmina Reza, con la que esperan inaugurar oficialmente la sala en el mes de junio. A Reza le seguirán obras de Manuel Puig o Antonio Álamo y, tal vez, se deje ver por Buenavista algún Shakespeare.