''La venta del edificio de Unelco es un balón de oxígeno''
La noticia saltaba el pasado martes: después de 10 años de negociaciones, el Museo Canario podrá disponer libremente del edificio del final de la calle San Bernardo de Las Palmas de Gran Canaria, en pleno centro de la ciudad, donado por Unelco -ahora Endesa- en 1996, bajo la presidencia de Antonio Castellano.
Una cláusula le obligaba hasta ahora a emplearlo solo con fines museísticos, pero el nuevo acuerdo con la eléctrica le permite venderlo. La subasta se realizará a partir de octubre, según el presidente de la sociedad científica, Víctor Montelongo. Este biólogo profesor de instituto, de trato afable y cortés, encabeza una de las principales y más antiguas instituciones culturales privadas de las Islas, centrada en la historia de Canarias. Con más de un siglo de existencia, El Museo Canario maneja un presupuesto anual de más de 700.000 euros, la mayor parte procedente de ayudas públicas y patrocinios, y recibe unos 30.000 visitantes al año. En cuanto se concluya la primera fase de la ampliación serán muchos más, asegura. La venta del citado edificio lo hará todo más fácil.
El inmueble que Unelco les donó nunca les había servido de mucho hasta ahora
No. Usted es consciente de la precariedad económica en la que tradicionalmente se ha movido el museo. Si ya cuesta trabajo mantener conserjes, personal de mantenimiento, vigilancia, etc., imagine tener otra sede separada. Además ya íbamos trabajando la idea del museo del siglo XXI. Tuvimos claro que la ampliación debía ser en su manzana, en la casa del Doctor Chil -en la calle del mismo nombre-, y las que se han ido agregando estos años. Teniendo claro eso, sería ideal que [el edificio de] San Bernardo revirtiera económicamente en la ampliación de la sede histórica.
Y Endesa les exime ahora de esa cláusula de uso museístico
Nos da la plena propiedad del edificio y la posibilidad de venderlo, con la condición de que el beneficio se aplique en la ampliación de El Museo Canario. Es la unica condición.
Esto significa...
Es un balón de oxígeno para las posibilidades de la ampliación. Significaría que el museo podrá aportar una parte sustancial de fondos propios en la ampliación. Por primera vez en 132 años de historia, vamos va a tener una sede hecha ex profeso para ser museo. Primero estuvimos en la última planta de las Casas Consistoriales -frente a la Catedral-. Una vez muerto el doctor Chil, en la década de los 20 vinimos a su casa particular, que era vivienda y consulta. Luego se compró la casa de al lado... Pero se ha ido encajando dentro de edificios que no tenían uso museístico. Con la remodelación va a haber una infraestructura pensada para ser museo.
¿Qué ambiente se respiraba el lunes en la junta extraordinaria?
En El Museo Canario parece que los tiempos se miden en otra escala. Lo importante es tener claros los objetivos. La atmósfera era de satisfacción.
¿Cuánto dinero esperan que les reporte la venta?
No quiero aventurar cifras. Habrá que hacer una valoración y a partir de ahí una subasta pública a nivel nacional.
¿Cuándo se hará el anuncio?
En los próximos meses. Creo que antes de octubre.
¿Esto va a suponer el fin de las estrecheces económicas?
De ninguna manera. La venta no dará para terminar la ampliación. Estamos en la primera parte de la primera fase. Todavía quedan dos fases más, así que tendríamos que adquirir dos edificios más.
Estamos hablando de ampliación, cuando el año pasado aplicaron un ERE que afectó a 14 de los 18 trabajadores del museo. ¿Se puede garantizar al menos que este año no habrá ERE?
Esa cuestión no tiene que ver con la donación de Unelco. Son partidas presupuestarias que no se pueden entremezclar. Hemos tenido beneficios de una expropiación que se nos hizo de una finca del doctor Chil y ese dinero lo hemos utilizado para incrementar el patrimonio, no para gastos corrientes. Aquí se lleva una administración absolutamente austera y rigurosa. Es una economía de guerra.
¿Por qué no ralentizar la ampliación para ir más tranquilos?
Es que la ampliación va a incrementar los ingresos del museo. Las visitas, sustancialmente. Realmente es una gran inversión a largo plazo. Preferimos apretarnos el cinturón ahora e ir sembrando para el futuro y no dar una imagen de abundancia, cuando no la hay.
¿Contemplan extender la exposición a muestras del medio natural y no solo de arqueología? [El Museo Canario retiró de la sala su colección de Historia Natural en los años 70].
Por supuesto. La superficie expositiva se va a multiplicar por cinco, vamos a pasar de 600 a 3.000 metros cuadrados, con un diseño expositivo actualizado. Y la Historia Natural tendrá un papel relevante como marco en el que se desarrolla la cultura prehispánica.
Las administraciones públicas, y singularmente el Cabildo de Gran Canaria en el último mandato, con frecuencia han mirado con recelo el carácter privado de El Museo Canario, que depende en buena medida de las ayudas públicas. ¿Con lo que se consiga por esta venta ganarán autonomía respecto de los poderes públicos?
No personificaría ese recelo en el Cabildo, sino en general. A veces se oye el 'run run' de que el museo es una sociedad privada. Eso es una falacia. ¿En qué consiste la privacidad de El Museo Canario? ¿En que tenga cierta independencia de criterio? Sí. Pero ¿podemos enajenar nuestro patrimonio? No. ¿Obtenemos beneficio económico de nuestro patrimonio? No. A todas las personas que han formado parte de la junta directiva les ha costado dinero, en menor o en mayor cuantía, y tiempo pertenecer a ella. Por tanto, que somos una institución privada, sí, como forma jurídica. Pero es una privacidad que no conlleva ni beneficio económico ni posibilidad de negociar con el patrimonio que custodiamos. Y sin embargo prestamos un servicio público importantísimo. Gran parte de la historia de Canarias está aquí.
¿Piensan en ser menos dependientes de las subvenciones?
Nuestro sueño es incrementar los ingresos propios. Eso sería ideal, y no renunciamos a ello. Pero hay que ir paso a paso. La ampliación va a incrementar significativamente las visitas.