El Banco Central Europeo incrementa los tipos de interés hasta el 3,5%
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, consideró que los tipos de interés en la zona euro continúan “a niveles bajos” tras la subida de 25 puntos básicos decidida este jueves. Tras la reunión del consejo de gobierno de la entidad, Trichet afirmó que la política monetaria del BCE aún es expansiva, en un contexto de tasas a niveles bajos, fuerte crecimiento monetario y del crédito y de amplia liquidez.
Según Trichet, la decisión de subir el precio del dinero en 25 puntos básicos refleja los riesgos al alza para la estabilidad de precios a medio plazo observados por el banco. El presidente del BCE dijo que la subida de las tasas contribuirá a asegurar “que las expectativas de inflación a medio y largo plazo se mantengan ancladas en niveles acordes a la estabilidad de precios”, para que la política monetaria pueda contribuir al crecimiento económico y la creación de empleo.
Según las nuevas proyecciones macroeconómicas del BCE, dadas a conocer este jueves por Trichet, la entidad espera que la inflación se sitúe este año en una horquilla entre el 2,1 y el 2,3%. En 2007, el banco prevé que los precios crezcan entre el 1,5 y el 2,5%, y en 2008 subirán entre el 1,3 y el 2,5%.
Trichet dijo que estos cálculos revisan a la baja las proyecciones de septiembre, debido sobre todo a que se prevé un retroceso de los precios de la energía.
Revisón al alza de las previsiones de crecimiento
Por este abaratamiento y su impacto en los ingresos reales disponibles, el banco elevó sus pronósticos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro en 2006 hasta una horquilla entre el 2,5 y el 2,9%. El banco calcula que el PIB del área del euro crecerá entre el 1,7 y el 2,7%, en 2007, y entre el 1,8 y el 2,8%, en 2008.
Trichet dijo que, dado el “favorable momento” que atraviesa la economía de la eurozona y el mercado laboral, es “crucial” que los agentes sociales cumplan sus responsabilidades en cuanto a los aumentos de los salarios, ya que, si suben más de lo esperado, suponen un riesgo inflacionista. En su opinión, los incrementos salariales deberían tener en cuenta el desarrollo de la productividad en conexión con la “aún alta” tasa de desempleo y la competitividad de los precios.